La fluorescencia plana inducida por láser (PLIF) es una técnica de diagnóstico óptico ampliamente utilizada en aplicaciones de fluidos y gases. PLIF ha demostrado ser una herramienta valiosa para la visualización de flujos, así como para mediciones cuantitativas de magnitudes en todo el campo, como la concentración y la temperatura en líquidos y la concentración en flujos gaseosos. Se pueden encontrar aplicaciones en ingeniería de procesos, ingeniería biomédica e investigación en dinámica de fluidos.

Al agregar una especie trazadora fluorescente (por ejemplo, acetona) a un combustible o gas no fluorescente, se puede visualizar la mezcla de la fase gaseosa y realizar mediciones cuantitativas de concentración mediante LIF. Una aplicación común es la visualización de combustible en el desarrollo de motores de combustión, donde LIF permite realizar diagnósticos de la precombustión y del proceso de combustión.